Este Parque Nacional fue declarado como tal en la década del 60, por orden de Stroessner. Ofrece una reserva natural de casi 40 hectáreas compuesta de frondosos y añosos árboles de mucha altura, siendo casi una parada obligatoria para aquellos viajantes que quieran tomarse un descanso bajo la sombra, o familias que quieren disfrutar del día.
Pero quizás el atractivo principal más importante son los comedores que lo rodean en donde ofrecen la especialidad de la zona que es la gallina casera, un plato muy frecuentado y deseado por los visitantes.