Construído en 1796 en un cerro pequeño a poca distancia Río Apa, de manera a defender la zona contra los bandeirantes y los indios Mbayá.
Fue restaurado en la década del dosmil y ahora dispone de alojamiento para el turismo. Un lugar imperdible donde puede sentirse la vegetación salvaje en su plenitud, la tranquilidad del ambiente e imaginar en el silencio ensordecedor las batallas que ahí se libraron.