Es una de las reliquias históricas y patrimoniales con las que cuenta la ciudad de Limpio. Se cree que fachada de esta Iglesia fue mandada construir por el mismísimo Presidente Carlos A. López, en 1850. Antes del mandato del mencionado presidente, cuando el lugar fue poblado y administrado por los Franciscanos se llamaba San José de los Campos Limpios de Tapuá, que hoy día se conoce como "Limpio" a secas.
Por eso, existe otra versión contrapuesta a la de Don Carlos, donde probablemente la Iglesia ua fue erigida en tiempos de los franciscanos, hace más de 400 años, pues sus retablos, la galería y los pisos de ladillo guasú cocido son detalles que implican una época anterior a la Constitucional.
El retablo es una joya, que se compara a muchos otros retablos de la época franciscana, pues está tallada a mano, en madera policromada y al visitante no hace más que impactar y deslumbrar cuando la puede observar frente a frente.
Esta iglesia es una evocación a la historia, a la cultura, a la religión pero sobre todo, al arte.